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3 Días para morir y resucitar a tus problemas


De todos mis blogs, de mis consejos como mentora espiritual o facilitadora de procesos como coach de vida este sin duda será el que contiene más sabiduría y el que pueda cambiar tu vida radicalmente.


Durante muchos años tuve un concepto de la pascua bien limitado. Tanto así que para mi esta época desde niña veía repetidamente las películas que recordaban la muerte y resurrección de Jesucristo.


Lloraba a morir, tantas veces como viera las películas. Y qué decir ante la versión más moderna de La Pasión, que llegó al mercado más recientemente. En el fondo de mi corazón, siempre quise saber: ¿qué hacer con todo esto?


Cómo pasar de la comprensión de que alguien murió por mi, que fue enviado para que yo nunca jamás estuviere separada de la naturaleza divina de Dios y mucho menos de sus regalos sobreabundantes.


Cómo comprender que además de la familia de sangre, Dios había dispuesto una gran familia para mí, fuera de mi seno filial, regada por todo el mundo


¿Y qué significaba todo lo que hizo en la Cruz para mi?


Me ha llevado años, aún sigo creciendo cada día a Su imagen y semejanza. En un mundo que me recuerda a diario quien no soy hay una pasión en mi por ÉL, amor incondicional, fuera de serie que moldea mi vida. La esculpe día con día y me sorprende.



La clave estuvo en comprender su resurrección. Entender que Él venció en la Cruz y ahora vive, vive en mí, por mí, para mí. Y que cada cosa que me pasa, la pasó El previamente, la conoció hasta lo más profundo y la resolvió para el momento en que yo viviera esa experiencia.

Un día, cuando pasaba por una situación de vida en la que se había comprometido mi paz, en la que la confusión hacía fiesta en mi cabeza, en la que mis emociones parecían haberse subido a una montaña rusa y no sabía por dónde sería la salida, ni cuándo vería la luz vino este mensaje claro y contundente del corazón de Dios, al mío: ¡La Paz que sobrepasa todo entendimiento me invadió! Una voz firme y una ternura indescriptibles repetían sin parar esa expresión. “Tienes 3 días para morir y resucitar, Tienes 3 días para morir y resucitar…"

Así como aquellas películas me hacían llorar de dolor, estas palabras me hacían llorar de amor. Mi mente no tardó en preguntar : ¿Y cómo lo hago? Para este momento, la confusión había sido desalojada y la luz había entrada a hacer, lo que bien sabe: ¡Iluminar, guiar!


Fue así como pude empezar a ver esa abrumadora situación, con los ojos de Dios. Y eso que yo gané, lo imparto hoy sobre tu vida, te lo comparto. Pruébalo, no tiene desperdicio.


La práctica: Cada situación que llega a tu vida, es para cumplir un propósito en ti. Para llevarte a un nivel superior en tu relación con Dios. Lo que te acercará a una revelación más profunda de Su amor, su sanidad, su justificación, su salvación y te permitirá ver un nuevo rol o afianzar un rol que El quiere tener en tu vida. Digamos como padre, esposo, amigo, maestro, ayudador, etc. Necesitas estar dispuesto a creer que todo ayuda a bien a los que aman al Señor y a los que según su propósito han sido llamados. Esta es la primera creencia que debe afianzarse para seguir al siguiente paso.


Luego, está el creer verdaderamente que Dios está en control de todo lo que pasa en tu vida. Este será el último y más importante paso porque te llevará a descansar en Él y cuando descansas en Él, su gracia y favor serán manifiestos para ti en esa circunstancia.


Veamos los pasos del medio. No pierdas de vista que solo tienes 3 días para hacerlo.

DIA # 1: Llevar tu circunstancia a la Cruz del Calvario. Eso te permite: llorar, quejarte, airarte, querer desistir, victimizarte, justificarte, excusarte, hablar con todo el mundo sobre tu asunto, pedir consejos a amigos, conocidos y todo lo que quieras agregarle y que vaya mejor con tus formas de expresión. Despídete del dolor ¡No te demores más de 1 día!


DIA # 2: Recuerda lo que Cristo hizo por ti en la Cruz, para liberarte de ese problema por el que estás pasando ahora. ¡Declara lo que dice su Palabra! ¡Recuerda Sus Promesas! Elige quién te acompañará en estos momentos: un mentor espiritual, tu guía, tu coach. Alguien que represente para ti un apoyo espiritual confiable y que pueda conocer desde cerca cómo vas en el proceso. ¡No te demores más de 1 día!

DIA # 3: Ve tu circunstancia desde la Victoria conseguida en la Cruz. Concientiza el “Consumado es” en tu situación. Decide conscientemente no hablar más de tu circunstancia desde lo que ves, sino desde la Fe. ¡Declara lo que no es como su fuera! Cuando alguien te pregunte sobre el asunto, dirás algo así: ¡En fe, todo resuelto! Tengo la promesa de una salida victoriosa. No sé para cuándo, lo que si sé es que quien me prometió no miente. También puedes elegir una promesa bíblica y tenerla presente constantemente, leerla, escucharla o tomarla como tu oración. ¡No te demores más de 1 día!


Como todo, poner en práctica esta nueva herramienta es lo que te dará la habilidad para usarla amplia y libremente cada vez que la necesites.

Te sorprenderás como puedes vencer circunstancias adversas, acabar con situaciones que te acompañaron por mucho tiempo con estos sencillos pasos. Te bendigo y que el poder de la resurrección provee vida y vida en abundancia para ti.


Repite el ejercicio cuantas veces sea necesario hasta que logres en 3 días salir victorioso

3 PASOS PARA SALIR VICTORIOSO DE TUS PROBLEMAS:

1)Lleva tu circunstancia a la Cruz.

2) Recuerda la obra de Cristo en la Cruz que conquistó la victoria sobre tu circunstancia.

3) Declara, ve, imagina, vive, cree que esa victoria te pertenece, hazla tuya. ¡Declárate libre!

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