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11 tips para desintoxicarte de la tecnología

El reto más grande a superar en mis vacaciones. Si me preguntas, mi respuesta contundente sería: ¡no!

Acompáñame a mis más recientes vacaciones y descubre una realidad que quizás sea la misma tuya.

Cuando uno piensa en vacaciones se le viene a la mente:


¡Qué rico! tiempo libre, hacer lo que a uno lo provoque, no estar pendiente de horarios, descanso, hacer cosas distintas a la rutina diaria, etc. No sé si yo soy la única que cuando tengo tiempo libre y refresco mi alma y mi cuerpo, ¿me vuelvo más creativa?


Creo que para nadie es un secreto que el desgaste del día a día termina por acabar con nuestras buenas ideas, cuánto más apagando nuestros sueños y desenfocándonos de nuestras metas. A pesar de la tendencia mundial en redes sociales, de presentarnos una vida llena de placeres, buenos momentos, comidas suculentas, lugares espectaculares, la realidad de la mayoría dista mucho de esa referencia. Si bien, creo que pueden ser un incentivo mis líneas de hoy se enfocan en lo que podemos mirar cuando no estamos ahogados en las rutinas y presiones del día a día.




Les cuento cómo me fue en mis “esperadas” vacaciones porque a pesar de que me gustan las cosas buenas que me da la vida y las disfruto tengo los pies bien puestos en la tierra.


Como coach, a diario sé las luchas de quienes acuden a mi para buscar una salida profesional a sus situaciones. Y como yo, soy tan humana como Uds. aquí, los retos, aprendizajes y reflexiones de mi viaje. Espero puedas identificarte conmigo y encontrar algunos tips útiles para cambiar tu vida.


1er reto: Pasarse por la idea de estar desconectada de la tecnología. Esto implicó que tomara las previsiones del caso para mantener mi cuenta de Instagram activa, mi blog actualizado, etc. Dejando de lado eso, les pregunto será que Uds. con todas las opciones que hay allá afuera y sus propias vidas andando ¿se percatarían si yo dejo de publicar en mis redes? O ¿sería la propia percepción mía de que Uds. conocen mi trabajo y acuden a nutrirse frecuentemente con mis mensajes y los disfrutan? El considerarse una figura pública tiene sus pros y sus contras.


Les cuento una anécdota que suena a chiste y ayuda a seguir pensando… y a responder la pregunta con la que inicié:


Pasado el episodio y como tengo mi celular tan a mano, la sensación desapareció rápido. Al llegar al camarote, cual fue mi mayor sorpresa? La computadora la dejé, el cargador lo empaqué. Da risa, verdad? A veces estamos tan acostumbrados, tan apegados a lo que son elementos que nos ayudan a vivir y a trabajar que inconscientemente parece que los tenemos tatuados. Pues si, me reí y me repetí a mi misma: A disfrutar! No tecnología! Ya en el primer paseo de reconocimiento al barco, por ese espectacular boulevard que te hace pensar que estas en un gran centro comercial, bien asentado en la tierra, veo un Kiosko de “Voom”, ¿de qué se trata? Ha de ser algo muy bueno porque hay una gran fila y varias personas alrededor con identificados con el “Voom” Rápidamente, pude constatar de qué se trataba. No era para reservar una de esos excelentes shows que acompañan esta aventura, no, para nada. Se trataba del lugar donde vendían la conexión de internet. Ah, ¡que interesante, pensé! Y de vuelta el pensamiento, mejor será comprarlo… empieza uno a convencerse de lo que ya está inconscientemente convencido “mejor lo compro” porque imagínate… como va a pasar uno tanto días desconectado, mejor… y mejor. Una larga fila de justificaciones que aparecen en forma de tentación casi a nivel de “propuesta indecente”. Finalmente dije ¡No! Fue más un “No debo” que un “No quiero”, pero al final, fue una muy buena decisión.


No puedo decir que me mantuve 100% libre de tecnología pues en estos barcos modernos muchísimas cosas son tecnológicas, además aproveché la conexión de alguna de mis amigas para saber de mi familia. ¿Y saben qué? ¡No pasó nada! Pasó que me di permiso para descansar. Pasó que todo estuvo al control de Dios. Pasó que mi cuenta de Instagram creció. Pasó que tuve chance de reencontrame conmigo, de retomar ideas, de reenfocarme. Pasó que tuve tiempos de calidad compartiendo con amigas. Pasó que recargué mis baterías y estoy aquí lista para seguir dando lo mejor de mi. ¿Desde cuándo no te das permiso para desconectarte de la tecnología?



2do reto: No comer como troglodita. Si has viajado en barco alguna vez, sabes el riesgo que se corre de venir con una cuantas libras de más. La decisión de la coach, escoger cada una de las comidas del día como si fuera la única que haría para mantenerme en la idea de tomar la selección más saludable, estando consciente comería 3 veces al día, así que las porciones podían ser las que regularmente hago. Aprendí mucho viendo la diversidad de gente que viene de distintas partes del mundo y elegí mirar siempre los platos de los asiáticos y los hindúes porque ciertamente sus hábitos alimenticios difieren de nosotros los latinos y obvio del de los americanos y su tendencia es más saludable. ¡Fue muy buena decisión! ¡Prueba superada!


3er Reto: Hidratarme bien. Me mantengo alejada de comprar los paquetes de bebidas pues no presentación una opción para mí. El drama es que esta vez, ni siquiera me serviría el de “agua embotellada” Pues, uno de los cambios más importantes que hice a mi vida recientemente fue el de tomar control del agua que consumo. Sin que esto pueda sonar a propaganda compré una máquina de tecnología japonesa que produce agua “Kangen", conocida como agua alcalina por decirlo de alguna forma y mi condición física ha tenido un cambió extraordinario, tanto así que decidí distribuir ese producto y tenerlo como un negocio complementario. Lamentablemente al no tener resuelto este tema y a pesar de no tener ninguna condición médica mis pies se mantuvieron muy hinchados la mayor parte del viaje. Ya en un par de días de vuelta en casa y tomando de nuevo del agua de la fuente de vida todo ha vuelto a la normalidad. Llamaré a mi sponsor y haré la averiguación para que la próxima vez que viaje poder tener disponible una de las máquinas portátiles. ¡Prueba no superada!


Para los que me conocen y saben que soy amante del buen café. El paquete de “Specialty Coffee” si compré. Me deleité paseándome por el Central Park, por el Promenade disfrutando sorbo a sorbo mi cafecito. Extrañé mi Juan Valdez pero créanme que éste es una buena opción.


4to Reto: Rutina Física. Cómo actualmente no estoy haciendo ejercicios y si tenía en mente poder mantener el peso, me propuse usar las escaleras la mayor cantidad de veces posibles. Así que busqué algo que me mantuviera motivada para no usar tanto el ascensor que es la opción más cómoda y la que inconscientemente usamos. En este viaje, porque es primera vez que lo hago , me dediqué a ver las obras de arte que adornan el barco, especialmente en las escaleras. ¿Te has fijado en ellas? Resulta que a raíz de eso revisé un hermoso libro que está en el camarote y que recopila todas las obras de arte que hay dentro del crucero. ¡Para mi sorpresa en todo el barco hay 3000 obras! ¿Te imaginas? Y detrás de ellas un rostro, una historia, una vida. ¡Interesantísimo! ¡Prueba superada!


5to Reto: Interesarme por la Gente. Difícilmente en un mismo lugar puedas mezclarte con tantas culturas y personas de tan diversos países al mismo tiempo. Así que como coach mi mayor interés es siempre la gente. Fui muy observadora: rasgos físicos, los atuendos, comportamientos, etc. Todo para ratificar en mi mente que independientemente de nuestro físico hay una corazón en todos nosotros. Lo que más se respira en este ambiente y lo que más se fomenta es orgullo, alguno lo llaman ego. Está bien conectado con el mercadeo, todo luce impecable y tener acceso da o te hace sentir “con prestigio”. ¡No lo critico! En mi caso, puedo disfrutar de todo, sin que necesariamente me convierta en compradora compulsiva o dedique mi tiempo libre a hacer compras que están muy al alcance de los que vivimos en grandes ciudades.


Algo simpático del crucero es que se hace más común ver expresiones espontaneas de la gente, claro algunos por el efecto de haber ingerido bastante “coraje líquido” (licor) y otros como yo que hicimos como dicen por allí: Vive como si hoy fuera tu único día de vida y baila como si nadie te estuviera viendo. También disfruté ver gente bien trajeadas mientras que otras estaban casuales y sin complejos. Este escenario organizado, que te hace sentir que estas “libre de reglas” da licencia a muchas mujeres de sentirse tranquilas luciendo su mejor despeinado o a cara lavada, sin maquillaje. Estamos de vacaciones, ¿verdad?. ¡Prueba superada!


6to Reto: Ponerme en los zapatos de otro. Cada día me puse en los zapatos de varias personas, sobre todo de los miembros de la tripulación con los que me relacionaba o con viajeros que tenían algún tipo de discapacidad. Me fijaba lo que representaba para ellos incorporarse a las actividades, ir a una sesión de fotos, usar el ascensor y otras facilidades, cosas que nosotros hacemos inconscientemente. Gracias a Dios y a los organizadores todo aquí está bien pensado para ellos y creo que también pudieron disfrutar en unión de sus acompañantes.



Saber cómo había amanecido cada uno de los que me servían directamente a mi fue un compromiso. Ponerme en la realidad de que mientras muchos de nosotros fuimos a ese lugar a divertirnos, muchos de ellos llevan meses continuos trabajando duro, lejos de sus países, de sus familias, con circunstancias de vidas bien variadas y no muy diferentes de las nuestras. Mi parte: Ser luz para ellos. Darles una palabra de inspiración, de aliento. Mirarle a los ojos, orar en silencio por ellos y declarar bendiciones sobre sus vidas. Todos y cada uno de ellos , sin importar su raza, lenguaje, etc. todos están enfocados en la atención al cliente: En hacerle lindas las vacaciones a uno. Mi gratitud para cada uno de ellos, me hayan atendido o no. ¡Misión cumplida!


¡Así llegó el día de mi regreso a tierra firme! Me declaré libre de la adicción a la tecnología. ¡Prueba superada!


Aunque suena fuerte y duela reconocerlo, te invito a que asumas el reto. Fue el tiempo de descanso que decidí que fuera, sin auto-saboteo. Un tiempo de aprendizaje profundo y de reenfoque. ¡Considero que mis vacaciones fueron un éxito!


Me despido con palabras de Thomas Friedman: “Cada vez que hago una pausa, escucho mi llamado”


Espero que mi historia pueda hacerte ver cómo es tu coach y la practicidad del coaching para incorporarlo y elevar tu calidad de vida. Si quieres hacer un cambio en tu vida, contáctame en www.gloriaviscido.com


11 tips para desintoxicarte de la tecnología:

  1. Revisa objetivamente un día de tu vida y tu relación con la tecnología.

  2. Acepta responsabilidad si eres adicta o no, aunque suene duro o duela reconocerlo. Responsabilidad, nunca culpabilidad.

  3. Si persiste la duda, pregúntale a los más cercanos a ti, ¿qué piensan? No para rebatir, sino para asumir responsablemente.

  4. Ponte límites sanos para balancear el uso de la tecnología.

  5. Cambia ese hábito o cualquier otro, planeando que en tu tiempo de vacaciones trabajarás conscientemente en mejorar tu calidad de vida.

  6. Está vigilante al auto-saboteo. ¡Deséchalo! Pide ayuda profesional, si fuere necesario.

  7. Recuerda que frente a un reto tú eres tu único límite. ¡También aquí puedes necesitar ayuda!

  8. Pon la vista una meta más alta, más allá del reto. Dejar la adicción no te sirve si no hay un propósito detrás de.

  9. ¡Desconéctate para conectarte contigo! Conectarte contigo en cuerpo, alma y espíritu es reconectarte con tu propósito.

  10. Convierte en un arma de defensa estas palabras de Thomas Friedman: “Cada vez que hago una pausa, escucho mi llamado”

  11. ¡Cuando lo logres, empodera a otros! ¡¡¡Gracias!!!

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